¿Volvemos a jugar? Muñecos varios

Bueno, definitivamente esta serie de entradas va para largo... lo de los juguetes caseros es algo que llevamos a rajatabla! Y como ahora en verano andamos más por la calle, que si a la piscina, que si guerra de globos de agua... pues da menos tiempo a coser y hacer cosas nuevas, así que voy a ir rescatando del baúl de los recuerdos cosas que hice hace ya días o meses, y como los juguetes son el producto estrella en mi casa (¡qué raro con dos niños pequeños, eh!)... pues a ello!

Hoy, muñecos: tenemos en casa a Papú, que fue compañero de correrías de Nel (era el protagonista de unos libros de actividades que usábamos antes de ir al cole) y se convirtió en muñeco cuando nació Chus.

El Papú original de los cuentos, y nuestro Papú de "carne y hueso"

Está hecho con unos cuantos retales de camisetas, y relleno de guata de una almohada vieja. Y resultó ser un amigo entrañable para Nel, que después le gustó a Chus, y que sigue ocupando su lugar de honor a los pies de la cama ¡este no se va al cajón con los otros muñecos!

Además tiene la virtud de cumplir a rajatabla con lo que dice la canción: "hola, soy Papú, muy blandito como tú..."

Otros habitantes de casa son éstos:

Según Chus, Usu Mamá y Usu Papá. Cuando los vio le llamaron mucho la atención los bebés, y para decir "están con su mamá y su papá" se complicaba la vida un poco. Se les quedaron los nombres así tal cual.

Hay también un bebé blanco, pero en estos momentos está... bueno, Usu Mamá está embarazada. Nacen por vía vaginal, con su cordón umbilical y todo, y se agarran a la teta que da gusto verlo. Además los papás son expertos en abrazar, con esos velcros que llevan en las manos. Conseguí los patrones y el kit para hacerlos de Casa de Naixements Migjorn, y la verdad es que son maravillosos para que los niños vean cómo y por dónde llegaron al mundo! Usu Mamá tiene como nombre original "La muñeca que pare, amamanta, abraza y ama" ¿no es perfecto?


Y este otro no vive en casa, porque fue hecho para recibir a un nuevo miembro de la familia y allá que se fue, camino de Madrid, metido en un paquete (sí, hay más paquetes viajeros en el mundo...)

 Para no variar, hecho con una camiseta vieja (bueno, con un trozo!), guata de almohada y esta vez con recortes de fieltro. De ojos dos botones (al otro lado es igual...) y como cuernos el cordón de unos pantalones de los peques, bien enroscadín para que quedasen algo levantados.

La costura del contorno la hice a máquina, pero las piezas de fieltro van cosidas directamente con el pespunte que se ve (es como coso los adornos-reparaciones a las camisetas, y está requetecomprobado que no hace falta más: un par de alfileres, pespunte alrededor y queda tan ricamente, hasta a la secadora se puede mandar).


La verdad es que me gusta un montón hacer muñecos, pero no practico mucho: no es el tipo de juguete que más llama la atención a mis peques, ellos son más bien fieles a su muñeco favorito (el de dormir, el que nos acompaña al médico si estamos pachuchos, al que llaman "mi amor" y le dan besos y le pasan el peine por las mañanas...) y me parece un poco absurdo hacer más y más sabiendo que van a seguir prendados del mismo. Pero de vez en cuando... la ocasión... un nuevo bebé... alguno va saliendo!

La tensa espera

Desde que me apunté a la iniciativa de El Paquete Viajero promovida por MiMaraMundo, sabía que esto traería cola. Y la trajo: una mezcla de nervios e impaciencia bastante estimulante, que se agravó cuando supe que el paquete se había puesto en marcha.

Pero ahora que ya sé que el paquete está en camino hacia aquí (y además sé que tampoco viene desde tan lejos...) ¡¡esto es un sinvivir!! Aaaaaayyy madre mía, es que no paro de revolver por casa buscando posibles sustitutos para las cosas que decida quedarme... tengo al pobre Diógenes que no encuentra un momento de calma, le estoy descolocando todos los armarios!

Y falta lo peor: ahora que Nel está de vacaciones, va a estar presente fijo cuando llegue el paquete, y a ver cómo me apaño pa convencerlo de que esta vez el paquete NO es para él, NO lo manda la abuela y NO contiene pegatinas ni monedas de chocolate. Mucho me temo que alguna de las cosas que me quede las va a elegir él...

Más camisetas reparadas

Dos más que pasaron del montón de camisetas "esto ya no está pa ponerlo" a la balda "mira tú por dónde hoy estreno camiseta":

La mejor parte es que a veces las dejo pasar en el montón "esto ya no está pa ponerlo" unos cuantos meses, así que cuando reviven la sensación de novedad es total y genuina. Y a Nel nunca, nunca ¡pero nunca! se le olvida decirme lo guapa que estoy con mi camiseta nueva... ¡¡¡¡me lo comía!!!!

¿Jugamos? El Caracaja

Juguetes caseros, de esos que entretienen una tarde para hacerlos y mil para jugar. De esos que sorprenden cuando se regalan, de los reciclantes.

Este viene a ser una versión casera del Señor Potato de toda la vida, aunque en casa se le llamó Caracaja por motivos evidentes...

La idea procede de Reciclando en la Escuela, y sus Señores Caja, pero mi intención fue hacerlo más pequeño y portátil para regalárselo a Hugo por sus 3 años.

Casi casi lo más complicado fue recolectar bastantes tapones de leche, digamos que no es juguete para decidir hacerlo tres días antes del cumple!

Nel me ayudó un montón a diseñar ojos, narices y bocas, aunque el repaso a rotulador fue mío en casi todos, y Chus le pasó el test de calidad jugando un rato con él antes de regalárselo a Hugo.

Sabemos que a Hugo le gustó bastante... y que a su papá no le hizo maldita gracia recoger toooooodas las piezas del suelo una y otra vez!! Tenemos pendiente uno para casa, pero no sé si escarmentar en cabeza ajena y evitarme las agachadillas...

Sarouels ¡gracias a La Pantigana!

¡Por fin! ¡Me estaba poniendo mala de ver tantos y tantos y tantos hechos y yo sin poder hacerlos!
Después de mucho buscar, encontré una tela más o menos adecuada para hacérselos a Chus: un viejo vestido mío, bastante perjudicado por los años y en el que mi pechonalidad no volverá a caber nunca.

Es era de rayón, y su caída fue lo que me decidió a sacrificarlo para estos pantalones.

Y después del ajetreo del fin de semana, apareció el ratín que necesitaba para hacerlos. Y es verdad, que en un ratín se hace!

Para la cintura utilicé una "rodaja" de unos leotardos viejos, concretamente la cintura

Y para los puños, dos rodajas del calcetín que acompañaba a este: la parte del pie para una pernera, y la caña para la otra.

Pensé en leotardos y calcetines porque... bueno, porque era lo que tenía a mano! Tengo un calcetín viejo lleno de otros calcetines viejos, con tomates, con carreras, desgastados... Y tan pronto sale un caballo para hacer el indio en carnaval, como me apañan los puños de un pantalón.

Por delante y por detrás, o por detrás y por delante, o como quiera mirarse. El caso es que algo distintos son.

Chus los probó y le encantaron. Además según le suba los puños a la rodilla o se los baje estirando la pernera, parecen cortos o piratas. Buenos, bonitos, baratos y muntifunción.

Ahora probablemente busque algo más de tela que destripar, porque a Nel también le gustan!! Parece que le quedan estupendos, pero en realidad no: el puño le queda por encima de la rodilla y ahí arriba está demasiado apretado. Tendré que buscar calcetines más amplios para él!

Reposacabezas para el coche

Reconozcámoslo: la silla que Nel tiene en el coche es una catástrofe. No se puede reclinar, y es demasiado ancha por arriba, así que cuando se duerme (que afortunadamente es lo habitual en viajes largos ¡para algo viajamos nada más comer!) la cabeza se le cae, el cuello se le dobla y su columna se enrosca hasta meter la barbilla en el sobaco derecho. Yo tampoco daba crédito al principio, pero es así como lo cuento.

Silla buena: con laterales que sujetan la cabeza

Silla mala: ancha para que la cabeza dé bandazos

Cuando iba sujeto con el propio arnés de la silla, ese con dos tirantes que abrochan entre las piernas, aún tenía un pase, porque un mínimo de sujeción en cada hombro sí que tenía, pero ahora que sólo lleva el cinturón del coche... ¡es que vale más no pensar! El hombro por el que no pasa el cinturón es libre como el viento, y tira del otro, y el otro... pues qué va a hacer, quiere ser libre también y se escurre de sus ataduras!! Total, que va en postura de contorsionista y encima mal sujeto.

Probamos con un collarín de esos tan guapos que venden para niños, con sus muñequitos de colores y cascabeles dentro. Una maravilla, vamos. Pero NO funcionan, por lo menos con Nel: sólo consiguen apartarlo del respaldo con el bulto que hacen detrás del cuello, así que cuando se duerme sigue enroscándose pero encima se inclina hacia delante. Tremenda imagen, con la barbilla en el sobaco derecho y la frente en su propio regazo.

... estos NO funcionan con Nel!

Pues en un arrebato de maternidad sulfurada -el largo viaje de vuelta de las vacaciones de primavera fue la gota que colmó el vaso- decidí que ya estaba bien, que algo había que hacer, aunque fuera sujetarle la frente con cinta aislante. Claro que eso no me iba a resultar nada fácil, el niño tiene su dignidad y su genio. Por suerte la sulfuración tuvo su efecto en mi neurona y se me ocurrió algo mejor: un reposacabezas pensado, no como los collarines esos del demonio.

Con una vieja funda de almohada y algo de relleno, hice esto:

Intenta ser como esas "orejas" que tienen algunas sillas mejor diseñadas que la de Nel, un soporte a cada lado de la cabeza para evitar la caída libre, pero sin nada de relleno ni bultos detrás del cuello ni del cogote. El formato lo tenía bastante claro, llevaba desde que Nel empezó a usar la silla soñando con encontrarlo en una tienda, pero no veía la manera de sujetarlo en su sitio ¿te imaginas el poema si no lo sujeto? ¿torcido, enroscado, y con una almohada tapándole la cabeza? Al final decidí hacerle dos tiras de tela, cosidas como si tuviesen que sujetar los pilares del mundo, que abrazan el reposacabezas del asiento del coche: una por las barras inferiores, y otra por la parte más ancha.

No es una maravilla de cómodo a la hora de ponerlo y quitarlo, la verdad, porque van a pura presión, pero como tampoco pensamos quitarlo cada dos por tres... Tampoco es una maravilla estética, ni tiene funda de quita y pon*, así que cuando se lave tendrá que ir todo.

 Pero funciona, oye, ahora su cabeza viaja siempre por encima del nivel del cuello. Que era de lo que se trataba, no?

*Porfaplís, si a alguien se le ocurre la manera de adjudicarle una funda de quita y pon sin tener que descoser las tiras (ya dije que están cosidas muy requetecosidas) que lo diga, porque si cuando la hice hubiera pensado un poco la habría hecho así directamente. Es lo malo de la sulfuración, que no te deja pensar y luego te arrepientes.

Gallegos

No, no, no, no voy a ponerme a hablar de los habitantes de Galicia, ni de si los asturianos somos sus primos, hermanos o qué somos. Gallegos es también el nombre del pueblo en que nació mi madre. Este:

Y allí estuvimos pasando el día el sábado, rebozándonos de barro y verdín, dejando que los peques asilvestren aún más de lo que suelen, segando un poco, cortando setos y disfrutando el paisaje. Y los culinos, porque allí la sidra sabe mejor (todavía!!)

Hubo siega, hierba amontonada, guadañas caducadas, trabajo para todos!

alguno trabajó tanto... que se cargó la guadaña!!

Recogimos frambuesas...

¡y ya están hechas mermelada!

Comprobamos que este año no nos vamos a quedar sin manzanas ni peras ¡aunque ciruelas... ni una!!

La vid sigue creciendo, y los sanjuaninos en flor alegrando los rincones


Pero el que más trabajó fue Chus, que no paró de dar viajes con palas llenas de agua del grifo al caldero, y del caldero al camión

¡Y domó un caballo pez salvaje!

¡¡¡¡mamáaaaa, sale agua!!!!

(...y por todo esto, añadido a una visita que hicimos hoy a los osos  Paca, Tola y Furaco, los pantalones del cosemos juntas de La Pantigana se quedaron para el lunes...)

Camisa para Nel

La última vez que tuve acceso a una tienda de tela, compré estos retales:

El de coches me enamoró a primera vista, tenía que ser mío sí o sí! Ahora a ver qué hago con él, quizás su fallo sea que el tamaño de los coches es algo grande para ciertos proyectos... pero algo saldrá!

La tela de camiseta de rayas verdes también me guiñó el ojo desde la estantería, qué le vamos a hacer, ¡y yo sin puntada elástica, cachisenlamarserena!

Esta otra tela de camiseta no es que me enamorase tanto, pero... por el módico precio de 0 € tampoco era para resistirse, no? Tiene algunas manchas de desteñido de otras telas porque pasó por una inundación, y por eso me la dieron gratis. Pero con el tamaño que tiene ha de salir algo de ella sí o sí.

¿Tal vez tenga cara de pantalón de pijama? Parece que lo veo... ¡y tengo tela como para hacer pijamas a un regimiento!


Y esta me la llevé porque hice caso a mi madre, que la agarró sin dudarlo. Yo no sabía muy bien para qué usarla, hasta que llegué a casa, la lavé y la planché. Y decidí que iba a ser una camisa para Nel (prefiero hacer ropa para él, que así luego es para Chus y me rinde más el esfuerzo!). No me enamoró a primera vista, pero al plancharla caí rendida a sus pies. Es que tiene una caída... y un tacto...

La camisa tiene que ser muy a nuestro aire, porque si me sale la "típica camisa de cuadros" acaba no poniéndola ni tres veces, así que...

... primero, delanteros y espalda de una pieza, que es más fácil casar los cuadros ¡pa chula yo!

... después las vueltas de las mangas con el revés a la vista, quitando formalidad...

... luego el cuello-sin-cuello (vale, ya sé que tiene nombre, pero yo soy como soy, me gusta más llamarlo así, y ya está)...

... el bolsillo...

... y el cierre, con snaps! De verdad que fue para hacerla más divertida, no fue vagancia, eh! que total unos ojales con la máquina se hacen en un momentín... pero es que así nos gusta mucho más!

nnnno, no tiene cada delantero de un color, ya dije que son de una pieza...
¡eso es mi arte fotografiando!

Me gustó hacerla, me gusta vérsela, y me gusta comprobar que puedo hacer una camisa ¡me lo dicen hace medio año y me escacharro de la risa!

Y bueno, también fue hecha siguiendo el método tradicional (que quedó más o menos definido al final de esta entrada): sin patrones, sin remota idea de los pasos a seguir para hacer una camisa, sin más guía que otra camisa suya (que tampoco servía de mucho, porque las costuras de la espalda con los delanteros tenían forma... y yo no quería hacerlas!).

Un pasito más cerca

Hoy estoy un paso más cerca de convertirme en donante de médula: ayer recibí los papeles del consentimiento informado para devolverlos firmados, y hoy los eché al correo. Me siento bien!

Ahora toca esperar a que me llamen para darme fecha y hora para la extracción. Me dijeron que será probablemente en septiembre. Tendré que ir a Oviedo expresamente un día entre semana, cuatro horas de viaje entre ida y vuelta... pero si no merece la pena el viaje para esto... ¿para qué?

Supertransmerizador imaginatorio

... pues eso es ni más ni menos lo que construyó Nel ayer con el lego. Y por supuesto, el nombre se lo puso él ¡a mí no se me hubiera ocurrido nunca! Creo que estaba haciendo una casa y se le fue de las manos...

La foto también la hizo él, y no sé si se ve así por falta de flash, o porque justo en ese momento estaba supertransmerizando... ¡sólo espero que no emita radiaciones chungas!

Monedero oficial de las excursiones

¡Por fin se terminó el tubo de pasta de dientes! ¡¡Qué ganas teníamos!!

Después de que Nel perdiese el anterior monedero en una excursión, había que hacer uno nuevo lo antes posible ¡ya estábamos nerviosos y todo! 

Es alta tecnología, tijeras y velcro adhesivo... pero va a ser el monedero oficial de todas las excursiones hasta que deje de perderlos por el mundo, que ya llevamos dos y va cansando!

Ahora dice que el velcro se despega y que prefiere un snap ¡en buen momento dejé que echara ojo a esa caja llena de cositas de plástico de colores tan llamativas!

Camisa blanca para Nel, II parte

Llegó el momento de cambiarle el aire a la camisa blanca que le hice a Nel para las fotos de la orla...

antes                                                  después

Tan blanca no me acababa de convencer, y ya la había dejado a medio rematar por el cuello para ponerle un bies, así que compré uno naranja. Y se lo puse, y con él la marca de la casa ¡qué bien le sienta al ego firmar las obras!

Y entonces me parecía que quedaba coja, mucho color en el cuello y nada en el resto, así que rebusqué en la bolsa-pozo-sin-fondo de los recortes y... ¡tachánnnnnn! La camiseta naranja que nunca se acaba!!

Yo la encuentro más divertida ahora, más de nuestro estilo, y a él le gusta tener dónde meter la mano y algún pequeño tesoro, así que... ¡encantados! Ahora quiere llevarla a toda costa el día de la graduación ¡sí que es agradecido mi niño!

Bolsa para zapatillas

Bueno, esto fue un visto y no visto, descubrir la idea en El Arca de Glops, y necesitar hacerla.

La necesitaba con dos bolsillos, porque en la cama de arriba de mi casa no duerme nadie, pero juegan dos niños. Y como casi siempre, sin comprar un trapo (porque no tengo dónde, eh, que algunos días de buena gana iba a gastar unos euros!), con recortes y muestras que andaban por ahí, y un recorte de los últimos  vaqueros rotos (que ya habían dado de sí un estuche y un neceser para Nel).

A los peques les encantó, vaya, que fue colocarla en su sitio y abalanzarse los dos a la cama de arriba a estrenarla ¡con este público da gusto hacer cosas!!

Se cose en un periquete, y hace un servicio estupendo ¡muy buena idea, Gloria!

Reutiliza hasta morir!!

(entrada dedicada a la desesperación masculina ante mi economía de materiales)

En mi casa la lavadora tiene habitación propia, un cuarto al que se accede desde la terraza. Y eso está muy bien, pero dificulta bastante que yo me acuerde de sacar la ropa cuando termina el lavado, así que hace ya tiempo que opté por poner un papel recordatorio en la cocina. En medio de la meseta, donde moleste bastante, pa que no se me pase. Es este:

Sí, ya tiene tiempo. Y sí, "alguien" preferiría que lo cambiase por uno nuevo. Y no, aunque tenga esa pinta no lo pienso cambiar, porque cumple su cometido a la perfección y además tiene experiencia. O reutilizamos todo o no reutilizamos todo, no??

Y esta es la última colada para la que salió el papelín a la meseta:

¡todos los trapos y retales que tenía sin lavar! (de verdad que los mejores están detrás... porque se esconden para que nadie los vea hasta convertirse en algo!)

Siempre me da pereza lavarlos, pero luego cuando quiero usar uno y tengo que pararme a lavarlo me reconcome la impaciencia, así que de vez en cuando... colada de trapos. Bueno... ¡¡se recoge más rápido que cuando abundan los calcetines del número 26!!

Estamos en huelga

Hoy en esta casa apoyamos la convocatoria de huelga general en las comarcas mineras.
No tenemos mineros en la familia, pero no es necesario para apoyarles: simplemente vivimos aquí, les conocemos y sabemos -más o menos- lo que nos jugamos todos.

¿Pintamos camisetas?

El fin de semana pasado fuimos a Oviedo a ver a los abuelos, y buscando alguna actividad interesante para aprovechar esos dos días cerca de la civilización, encontramos... bueno, no sé muy bien cómo llamarlo...
En la web de asturianinos (que nadie se la pierda si busca cosas para hacer o sitios a los que ir con niños en Asturias!!) hablaban de unas actividades de educación vial en un concesionario de coches, y como a estos enanos casi no les gustan los coches que se diga... ¡allá fuimos!

No nos quedamos todo el rato, porque Chus estaba sin siesta y se cansó pronto, así que a eso de las 6 y media nos fuimos, pero lo que vimos estuvo bien. Y tampoco teníamos cámara de fotos, así que no hay testimonio gráfico de la tarde.

Había una especie de motos, quads o no sé cómo llamarlos, porque tenían 3 ruedas y eran bastante chocantes, en los que los niños se podían montar para dar unas vueltas a un circuito, respetando -o no- los pasos de cebra, semáforos, cruces y demás. Aquí la faena era que Chus no llegaba al pedal acelerador y se mosqueó por no poder participar, así que la experiencia de Nel fue breve.

Y también había unos talleres que no sé muy bien cómo ubicar en el concepto de educación vial... bueno, el caso es que lo pasaron pipa haciendo sus propias chapas...

(¿se nota que cada uno pintó la suya a su estilo?)

 

... decorando galletas (lo siento, no hay foto ¡es que estaban ricas!)...

... y pintando camisetas! (ya decía el otro día que la camiseta de Chus no estaba sucia, sino que tenía historia!)

¡cada vez que posan juntos acaban achuchándose! ¡¡me encanta!!

Había algún papi un tanto estresado con la pulcritud y la perfección de la camiseta de sus peques, pero la verdad es que yo lo pasé muy bien viendo cómo Chus entafarraba pintura y sonreía satisfecho al ver su obra. Y es la suya, y vamos a usarla mucho porque nos gusta. Ahora tendré que buscar pintura textil para que Nel pueda terminar la suya, que como iba con bastante cuidadín no pudo acabar allí.

Y... bueno, y ahora son amarillas porque en la lavadora conocieron a una simpática toalla verde que decidió compartir su única posesión -su tinte- con el resto de la colada, pero antes eran blancas ¡ays, qué vida esta!

Por cierto... ¿alguien sabe si estas pinturas textiles necesitan algún cuidado especial para lavar y demás???? Ya se lavaron una vez y es evidente que no salió del todo bien, pero bueno, aparte de que sean amarillas me gustaría conservar la pintura el mayor tiempo posible!